domingo, 30 de mayo de 2010
EL DEBATE DE LA SEMANA, el templo masónico de Santa Cruz
30/may/10 07:52
La calle San Lucas de Santa Cruz de Tenerife (transversal a la calle del Castillo) alberga desde 1902 el más bello ejemplo de templo masónico que existe en España. El edificio, propiedad del ayuntamiento capitalino desde 2001, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento en 2008. Sin embargo, no ha sido motivo suficiente para lograr la rehabilitación de un inmueble histórico y plagado de simbolismo, pese a que el ayuntamiento planteó, ya desde su adquisición al Ministerio de Defensa, la necesidad de recuperar el templo para el disfrute de todos los ciudadanos
EL DÍA ha querido reunir en torno a la mesa de debate semanal a los máximos conocedores de la realidad de esta parte del patrimonio histórico de la ciudad que permanece en el olvido para la mayoría de los santacruceros.
De esta forma, acudieron a la cita Alfonso Soriano, concejal del PP en el Ayuntamiento de Santa Cruz y ex edil de la Concejalía de Patrimonio Histórico (área de gobierno que él inauguró); Florentino Guzmán Plasencia, portavoz adjunto del Grupo Municipal Socialista y proponente de la moción por la que se debe realizar un concurso de ideas para la rehabilitación del inmueble; Manuel de Paz Sánchez, catedrático de la Universidad de La Laguna y experto en la masonería de Canarias; Javier Bonales, delegado en Canarias de la Gran Logia Simbólica de España, y José Miguel Márquez Zárate, arquitecto y prestigioso técnico, experto en la rehabilitación del patrimonio histórico que recibió, en un primer momento, el encargo de restaurar el edificio hasta que pasara a manos del arquitecto municipal.
Alfonso Soriano comenzó apuntando el poco interés de las instituciones canarias por el patrimonio histórico de las islas y mostró su disconformidad con los partidos nacionalistas, "que dicen defender lo nuestro y todavía no sé a qué se refieren. Será a un folclore de pandereta".
Asimismo, para el veterano político la logia de la calle San Lucas "sólo es un ejemplo más de la falta de voluntad de las administraciones que compran los edificios históricos, como es el caso del cuartel de San Carlos o el Palacio de Carta, sólo para dejar que se caigan a pedazos". Por otro lado se refirió a que, siendo él concejal, consiguió incluir la reforma de la techumbre en el primer Plan E, una obra menor por valor de 75.000 euros que, de momento, es la única que se ha realizado.
Por su parte, el edil socialista, Florentino Guzmán Plasencia, consideró necesaria "la adopción de medidas urgentes para la finalización del proyecto de rehabilitación del edificio de la Logia Masónica situado en la calle San Lucas", tal y como reza el texto de la moción que fue aprobada por el pleno (con los votos en contra de CC y CCN y la abstención de Ciudadanos de Santa Cruz) y que aún continúa sin darse cumplimiento.
Guzmán Plasencia recordó que el Grupo Municipal Socialista pidió que se dejara sin efectos el encargo del proyecto al arquitecto municipal ya que consideró probada "la reiterada dejación de funciones por parte de los concejales de Urbanismo y del técnico municipal encargado del proyecto de rehabilitación del templo Masónico".
El concejal socialista pidió que se cumpla con el compromiso de sacar a concurso público el proyecto de rehabilitación, "garantizando la máxima participación y concurrencia para la selección del que más se ajuste al simbolismo y belleza del proyecto original".
Por otra parte, el delegado en Canarias de la Gran Logia Simbólica, Javier Bonales, puso el acento sobre la ruptura del "pacto de caballeros" que se había adoptado con el consistorio capitalino al prescindir del arquitecto con el que habían comenzado a trabajar en la recuperación de este emblemático espacio, el propio José Miguel Márquez Zárate. "Nadie nos consultó ni se pusieron en contacto con nosotros cuando decidieron dar el proyecto de restauración a un nuevo arquitecto", se quejó el masón, quien recordó que Márquez Zárate llevaba trabajando en el proyecto desde dos años atrás cuando se le apartó del mismo.
Casi por alusiones, el arquitecto José Miguel Márquez Zárate lanzó un aviso para navegantes: "O el templo se recupera ya o de lo contrario será demasiado tarde y será algo que lamentaremos". El prestigioso arquitecto hizo hincapié en la necesidad de realizar un proyecto "en el que se haga tangible el mensaje encriptado de la masonería" y especificó que "en las soluciones que se están manejando esto no se contempla".
Por otra parte quiso dejar claro que no siente ningún rencor por que el ayuntamiento le apartara del proyecto y dijo sentirse "extraordinariamente bien pagado con los estudios sobre el edificio que he realizado".
Un edificio único
El historiador Manuel de Paz hizo alusión a su relación "casi amorosa" con la historia del templo y apuntó que "el templo de la Logia Añaza es un elemento fundamental en el patrimonio histórico de Santa Cruz, de Canarias y de España porque es el único que queda en el país".
De Paz añadió que "se trata de una edificación peculiar, de gran valor histórico y sentimental, con una decoración en la fachada que también es única en España". Asimismo, recordó la génesis de su compra por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz y el encargo que le hizo el concejal Antonio Bello para que contactara con todas las logias de Canarias. "Hicimos un proyecto cultural y un proyecto técnico y por aquel entonces incluso llegué a recibir amenazas de muerte porque Toni Bello dijo que el templo se abriría a las academias".
Sin embargo, la ilusión inicial se fue convirtiendo en decepción: "Desde el momento que toleraron construir un edificio de siete plantas al lado del templo que rompe su simbología están demostrando que no están capacitados para su restauración", explica el historiador.
Por ello, De Paz se desvinculó del proyecto realizado por el nuevo arquitecto encargado de la obra, argumentando dos grandes motivos: "desconfianza técnica y dudas sobre el asesoramiento masónico que han recibido".
En este sentido, el edil popular Alfonso Soriano apuntó a la necesidad de que al concurso público que se convoque sólo deba permitirse participar a los arquitectos que realmente sepan qué es lo que van a rehabilitar. "Debe ser un experto en la simbología de los masones y, además, estar correctamente asesorado", sentenció.
De la misma opinión se mostró Javier Bonales, quien planteó que "este edificio no se debe perder nunca, no sólo para los masones sino para el disfrute de toda la ciudad. Su rehabilitación propiciará las visitas de masones de todo el mundo y los intercambios. Sería ideal un uso cultural como una biblioteca o un museo, además de masónico, por supuesto".
Por su parte, el edil socialista Florentino Guzmán Plasencia tildó de "tomadura de pelo" los más de treinta meses "en los que el arquitecto encargado no ha hecho nada" y puso el acento sobre el edificio que se construyó "deprisa y corriendo" al lado del templo, "un ejemplo de la falta de interés de CC en respetar el templo".
Además, el arquitecto José Miguel Márquez Zárate opinó que el citado edificio debe permanecer como "un monumento a lo que no debemos volver a repetir porque ha destrozado el equilibrio". En este sentido, explicó que la delicadeza del edificio no tiene sólo que ver con la fachada sino que "todo él responde a una geometría concreta y que forma parte del secreto del gremio de los constructores de catedrales".
La ruta del turista masón
Para ejemplificar la importancia económica de la restauración del templo masónico, Manuel de Paz explicó lo que él llama "la ruta del turista masón" y que podría realizarse en clave de ruta turística en la que se visitara el propio templo, el mausoleo del marqués de la Quinta Roja en La Orotava , la mismísima iglesia de La Concepción , el primer cementerio protestante de Puerto de la Cruz y el hotel Taoro, "que no es más que una imitación del templo de Salomón y cuyo 33% de sus accionistas eran masones", según desveló el historiador.
Por ello, Manuel de Paz criticó la "falta de inteligencia y de voluntad política" porque, a su juicio, si el templo masónico se pusiera en valor se rentabilizaría a corto plazo. Sin embargo, pese a que está seguro de que Tenerife "es la isla más masónica del mundo" reconoció estar harto de "predicar en el desierto".
Interpelado sobre el estado de la edificación, Márquez Zárate dijo que no hay riesgo de desplome pero reivindicó la necesidad de hacer algo cuanto antes "a riesgo de perder un elemento que sería insustituible". Además, planteó la posibilidad de inmiscuir en el asunto al Ministerio de Cultura dado que la singularidad del inmueble lo podría convertir en un BIC de carácter nacional.
Por último, Alfonso Soriano reivindicó que en los colegios, desde los niveles más básicos, se enseñe a los niños a querer nuestro patrimonio porque "por una simple cuestión de edad, estas piezas históricas presentes en Santa Cruz son más de ellos que de nosotros".
Texto: N. VIZOSO / PEDRO P. PEÑA
Fotos: MARÍA PISACA